Con el libre comercio y la circulación de mercancías, ha aumentado el riesgo de introducción y dispersión de plagas. Los embalajes de madera utilizados en el transporte de mercancías pueden representar una vía de propagación. Un ejemplo muy sensible son los embalajes de madera de pino, que pueden suponer la entrada del nematodo de la madera del pino, que constituye una seria amenaza para los árboles del país de destino, y por tanto podría implicar el cierre de fronteras al comercio nacional para evitar su propagación.
Para garantizar la seguridad fitosanitaria de los embalajes de madera en el año 2002 la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) adoptó la Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias NIMF nº 15 relativa a la reglamentación del embalaje de madera utilizado en el comercio internacional.
El Ministerio de Agricultura en la Orden AAA/458/2013 define las responsabilidades de los Organismos independientes de control, que se encargan de verificar el cumplimiento de los requisitos de dicha Orden y de la norma NIMF15 por parte de los operadores de embalajes de madera. En concreto, su función es realizar una inspección de las instalaciones del operador con el objetivo de garantizar el correcto tratamiento térmico de la madera y su marcado, que identifica el embalaje como libre de plaga.
Dichas entidades deben estar acreditadas bajo la norma UNE-EN ISO/IEC 17020 y cumplir con los requisitos de independencia como entidad tipo A, es decir ser una tercera parte totalmente independiente. De esta manera se garantiza su competencia técnica y su independencia de las partes involucradas, ofreciendo un servicio confiable y trazable.
ENAC ha concedido la acreditación a Formaset, primera entidad de inspección acreditada para el control de los operadores de embalajes de madera para garantizar un mercado seguro, con embalajes libres de plagas.