La integridad y seguridad de los productos y servicios es una exigencia cada vez más demandada por la sociedad y, por ende, por el mercado y las administraciones públicas. Sin embargo, las empresas se enfrentan a aspectos que están afectando al mercado global y que aumentan el riesgo de no satisfacer esas necesidades: cadenas de suministro cada vez más complejas, factores geopolíticos que afectan al abastecimiento de materias primas, las diferencias regulatorias, la necesidad de una adaptación constante al desarrollo tecnológico, la creciente concienciación de los consumidores sobre la sostenibilidad, la seguridad alimentaria, la ciberseguridad, la autenticidad de los productos o el consumo ético… Todo ello, está obligando a las empresas a transformar e incrementar el control de los procesos de producción y las cadenas de suministro y la evaluación de los servicios, entre otros, para continuar generando confianza entre los consumidores.

Ante esta situación, el Día Mundial de la Acreditación de 2023 tiene como objetivo poner en valor el papel de la acreditación como herramienta para dar respuesta de cara al futuro a estas tendencias emergentes y prestar apoyo a las empresas en materia de comercio internacional.

Para ello, las organizaciones internacionales de acreditadores, ILAC, International Laboratory Accreditation Cooperation, e IAF, International Accreditation Forum, han publicado un documento que recoge datos de las organizaciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Departamento de Comercio de Estados Unidos, que estiman que las normas y la evaluación de la conformidad repercuten en el 80% del comercio mundial.

El documento señala cómo la infraestructura de la calidad -sistema integrado por la normalización, la metrología y la acreditación- es una herramienta cada vez más utilizada para facilitar el acceso de las empresas al mercado internacional, evitando las barreras conocidas como Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) que, en ocasiones, impiden el reconocimiento por parte del país importador de los certificados y declaraciones de conformidad emitidos en el país exportador.

En concreto, el reconocimiento internacional de la acreditación a través de acuerdos internacionales es un pasaporte para la exportación, ya que facilita que los informes o certificados emitidos por entidades acreditadas por las entidades de acreditación, como ENAC en España, cuenten con el respaldo y el reconocimiento de los organismos de acreditación locales de más de 100 países, lo que facilita el comercio al reducir las barreras de acceso a mercados exteriores.

Por otra parte, en la actualidad, tanto en España como en Europa, la acreditación es ampliamente utilizada por los legisladores. Prueba de ello, más de 200 disposiciones nacionales y autonómicas, así como más de 100 a nivel europeo, incorporan la acreditación como herramienta para garantizar la fiabilidad de los productos y servicios, desarrollar mercados seguros y reforzar la protección de los consumidores.

Por último, en este documento, encontramos, asimismo, ejemplos de todo el mundo de cómo la acreditación ha ayudado a las empresas a superar los nuevos retos del mercado internacional.

Para más información, puede consultarse el documento completo.