Entrevista a D. Jose Manuel Prieto, nuevo Presidente de ENAC
¿Cómo valora la trayectoria de ENAC?
Muy positivamente. En el momento actual España cuenta con un Organismo Nacional de Acreditación plenamente integrado en el tejido empresarial y económico español que goza del máximo prestigio tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y que está presente en prácticamente todos los sectores, ampliando de manera constante la gama de servicios acreditables, colaborando estrechamente con la Administración, implicando a organizaciones empresariales, sociedades científicas y universidades mediante un sistema de acreditación riguroso, robusto y fiable y, sobre todo, que goza de la máxima confianza y reconocimiento por parte de todos los agentes en el mercado.
Además, durante este tiempo el recurso a la acreditación no ha hecho más que crecer tanto en el sector voluntario como en el reglamentario y tanto a nivel nacional como europeo y global.
En la actualidad hay más de 1.300 organizaciones acreditadas operando en la práctica totalidad de los sectores económicos: industria, medioambiente, sanidad, agricultura y alimentación, servicios, fomento, turismo, etc.; aportando valor tanto a la Administración como a las empresas, con un impacto muy significativo en la actividad económica en general y en la seguridad y la calidad de productos y servicios en particular.
En esa trayectoria, ENAC ha sabido aunar un enfoque de empresa privada con una alta auto exigencia en relación con la calidad de servicio que ofrece y una conciencia y compromiso de servicio público que configura de manera determinante sus principios de funcionamiento.
¿Qué hitos destacaría del trabajo realizado hasta la fecha?
Uno de los momentos clave fue la aprobación del Reglamento que clarificaba el papel de los Organismos Nacionales de Acreditación y armonizaba su funcionamiento en toda la Unión, el Reglamento (CE) Nº765/2008. Supuso un espaldarazo a la labor realizada por ENAC al establecer un modelo de funcionamiento con el que la Entidad venía trabajando desde sus inicios y al que se adaptó sin tener que modificar nada en su estructura ni funcionamiento, respaldo que se vio refrendado posteriormente por el Real Decreto 1715/2010 que designaba a ENAC como Organismo de Acreditación en España.
Otro aspecto destacado es la paulatina incorporación de ENAC a los acuerdos de reconocimiento que se han venido estableciendo (generalmente entre los primeros firmantes) entre organismos de acreditación a nivel internacional. No debemos olvidar la importancia de la firma de estos acuerdos ya que permite que los certificados e informes acreditados por ENAC sean reconocidos en más de 70 países en todo el mundo.
Además, creo que hay que destacar que la posición actual de la acreditación no hubiera sido posible sin el apoyo constante y decidido de un grupo de instituciones que demostraron tener la visión de futuro necesaria para entender la importancia que la acreditación tendría para nuestra sociedad. En concreto, el Ministerio de Industria ha apoyado de manera constante el desarrollo de un sistema de acreditación útil para la industria, y en este marco me gustaría resaltar y agradecer a Antonio Muñoz el trabajo realizado, cuya labor durante más de 20 años como Presidente de ENAC ha contribuido activa y permanentemente a construir y mantener un sólido sistema de acreditación.
Se incorpora a la Presidencia en un momento económico especialmente complicado. ¿Qué papel desempeña la acreditación en la situación actual? ¿Cómo cree que puede ayudar ENAC y la Administración Pública a las empresas españolas a salir de esta situación?
En la actual coyuntura la acreditación adquiere una singular importancia ya que se configura como un eficaz dinamizador de aspectos estratégicos para superar la crisis, como son el acceso de las empresas españolas a los mercados exteriores y la simplificación administrativa, con la consecuente disminución de innecesarias barreras regulatorias y administrativas.
En lo que respecta a la potenciación de la exportación, la acreditación es clave al ser uno de los mecanismos reconocidos y fomentados tanto por la Organización Mundial del Comercio como por la Unión Europea para minimizar los Obstáculos Técnicos al Comercio. El reconocimiento internacional de los certificados e informes acreditados por ENAC que antes he mencionado favorece la exportación al facilitar la aceptación de los productos y servicios españoles en los principales mercados del mundo.
La acreditación es una pieza fundamental que aporta, desde el mercado y mediante un mecanismo voluntario, un nivel de confianza muy alto en la competencia del evaluador. De esta forma, los poderes públicos pueden apoyarse en la acreditación, no sólo para disminuir su propia necesidad de regulación, sino para establecer estrategias alternativas de vigilancia y control que permitan concentrar los esfuerzos y los recursos en aquellas situaciones en las que se acumulen mayores riesgos, consiguiéndose de esta forma aumentar de manera singular la eficiencia de la labor de la Administración.
Es además una actividad que incide de manera transversal, prestando el servicio de igual manera para las diferentes administraciones (Europea, Central, autonómica) en la práctica totalidad de sectores económicos, facilitando el establecimiento de un mercado interior fluido y sin trabas.
Desde su labor en el Ministerio de Industria ha sido promotor de la importancia que desempeña la calidad en la competitividad de las empresas españolas pero, ¿cree que ENAC y la acreditación están suficientemente respaldadas por la Administración Española?
Absolutamente. Desde la administración siempre se ha considerado la acreditación como una herramienta fundamental, por la seguridad que aporta la actuación de los Evaluadores de la Conformidad acreditados a los productos y servicios usados por los ciudadanos y, por este motivo, ha venido apoyando de manera decidida el papel de ENAC desde su fundación hace ya más de 25 años.
No hay que olvidar que fue en el seno de este ministerio en el que surgió el primer embrión de la acreditación y en el que algunos años después se optó por un modelo de acreditación y de entidad de acreditación que es prácticamente idéntico al adoptado en Europa.
Y, más concretamente, en lo que respecta a mis competencias en la Subdirección General de Calidad y Seguridad Industrial, perteneciente a la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, tengo que destacar que la acreditación es el instrumento de verificación de la competencia técnica que actúa en numerosas actividades como los Reglamentos de Seguridad Industrial, en la Inspección Técnica de Vehículos, en los Centros Técnicos de Inspección de Tacógrafos, en la Seguridad Minera o en la notificación de organismos en el marco de las directivas europeas.
En este sentido, me gustaría resaltar el respaldo de la acreditación por parte tanto de la administración española como de la europea que, de manera constante, está publicando directivas y reglamentos en los que la acreditación es una pieza fundamental. Por dar sólo un dato pero que creo representativo en el caso español, la acreditación es mencionada y tenida en cuenta en dos de las leyes de mayor calado de la legislatura, en la Ley 20/2013, de 9 de diciembre, de Garantía de la Unidad de Mercado y en el anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales.
Aun así, una de nuestras líneas estratégicas para este año es seguir trabajando y colaborando de forma más intensa si cabe con todas las Administraciones Públicas.
Hemos hablado del pasado y del presente pero, ¿cómo ve el Presidente de ENAC el futuro de la Entidad y, sobre todo, el futuro y papel de la acreditación?
Creo que gracias al trabajo realizado por todo el equipo que forma ENAC, la entidad se encuentra en estos momentos en unas excelentes condiciones para seguir realizando su misión fundamental, que no es otra que la de “generar confianza”, contribuyendo así a conseguir una economía competitiva, estable y sostenible.
Creo además que en estos últimos años se han puesto las bases para que ese objetivo se cumpla, ya que además de la excelencia en la calidad y la creación de confianza en los productos y servicios españoles, estamos ayudando a mejorar la competitividad y seguimos trabajando en facilitar las exportaciones de empresas españolas, por lo que creo que debemos y podemos afrontar el futuro con ilusión y optimismo.
Trayectoria profesional
José Manuel Prieto Barrio es Ingeniero Aeronáutico por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid. Empieza su carrera profesional en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en 1992, desarrollando funciones como la de Ingeniero de Ensayos en Vuelo para, posteriormente, ocupar diferentes puestos de responsabilidad en el campo técnico. En 2003 pasa a ocupar cargos de responsabilidad en el campo de la reglamentación automovilística en el Centro de Experimentación y Certificación de Vehículos del INTA, primero como responsable del Área de Ensayos de Emisiones de Vehículos y, en 2005, como responsable del Área de Ensayos de Seguridad de Vehículos.
En 2010 se incorpora al Ministerio de Industria, Energía y Turismo como Jefe del Área de Reglamentación y Homologación de Vehículos, dentro de la Subdirección General de Calidad y Seguridad Industrial, de la que es nombrado Subdirector General el 1 de diciembre de 2013.
A su experiencia como gestor en el campo de la reglamentación, se suma su experiencia internacional, participando desde el año 1994 en grupos internacionales: primero en el campo de la aeronáutica, en el que hasta 2002 participó en diversos grupos dentro del programa Eurofighter, para a partir de 2003 en que su carrera da un giro que le lleva al mundo de la automoción y de la calidad, pasar a participar en los grupos de desarrollo normativo de Bruselas y Naciones Unidas, siendo a partir de 2010 el representante español en el Foro Mundial para la Armonización Técnica de Vehículos de la Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas.