La certificación de productos, procesos y servicios es una comprobación realizada por un tercero que tiene como finalidad aportar confianza añadida al mercado y a los organismos reguladores respecto a la conformidad con requisitos de productos, procesos o servicios.
Pero, para que la certificación despliegue todas sus ventajas es imprescindible que la entidad de certificación que presta el servicio sea percibida como una organización técnicamente competente, imparcial y fiable por todos aquellos que han de confiar en la veracidad y valor de sus certificados, entre los que se encuentran sus clientes, los consumidores, accionistas o autoridades competentes.
En este sentido, solo las entidades de certificación de producto, procesos o servicios acreditadas han demostrado su competencia e imparcialidad para prestar el servicio de certificación ya que han demostrado que operan cumpliendo lo establecido en la norma internacional UNE-EN ISO/IEC 17065 que establece los requisitos de funcionamiento y competencia de este tipo de entidades para generar así confianza en los distintivos o marcas que otorgan.