Para prevenir y controlar los posibles riesgos, las Administraciones establecen los requisitos de seguridad que deben respetar los productos e instalaciones y los controles a los que deben ser sometidos durante su diseño, producción, puesta en servicio y eliminación o cierre, para garantizar que se siguen manteniendo dichos requisitos de seguridad tanto de las personas como del medioambiente. Así, tanto a nivel europeo, nacional o autonómico, diferentes reglamentaciones contemplan la actuación de organismos de control (conocidos como “organismos notificados” en la reglamentación europea) para llevar a cabo dichos controles.
Asimismo, es esencial preseservar la transparencia de las transacciones comerciales, así como las medidas que tienen impacto en la seguridad de los consumidores (como puede ser el control de temperatura de refrigeración de alimentos), y, en ello, la metrología legal juega un papel fundamental.
Para ello, se ha establecido que, para poder ejercer su actividad, los organismos de control deben obtener previamente la acreditación por ENAC, con el objeto de confirmar que disponen de la necesaria competencia y los medios precisos para acometer su actividad.