+ Fiabilidad en los resultados Los requisitos de la norma y el riguroso proceso de evaluación obligan a la organización a establecer criterios claros, basados en datos objetivos y en las evidencias científicas disponibles para todos los procesos clave, y a realizar un seguimiento continuo de los mismos (p.e.: control sistemático de la calidad de las muestras, cumplimiento de los objetivos de calidad analítica para todas las pruebas, criterios y seguimiento para el contenido de los informes, etc.).
+ Seguridad del paciente El control y seguimiento continuo de todos los procesos minimiza los riesgos derivados de resultados o información errónea en los informes lo que directamente redunda en el principal beneficiario del uso de servicios diagnósticos acreditados, el paciente, quien recibe de esta manera una asistencia sanitaria con el alto nivel de calidad que demanda.
+ Protección de los profesionales La acreditación aporta al médico y a la organización a la que pertenece (hospital, aseguradora, etc.) la seguridad de poder demostrar que ha seleccionado los servicios diagnósticos con criterios de competencia y fiabilidad técnica a través del único medio internacionalmente aceptado para ello, la acreditación.
+ Ahorro y eficiencia Los servicios diagnósticos acreditados aportan valor en términos económicos, ya que contribuyen a un mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales. La utilización de protocolos reconocidos, técnicos y clínicos, la mayor formación del personal en el uso de los recursos y el control y racionalización de los espacios físicos conlleva a una reducción en el número de repeticiones innecesarias, de errores en los métodos o de actuaciones incorrectas a partir de los resultados de control de calidad. Asimismo, los usuarios de estos servicios podrán disponer de información contrastada e independiente sobre la competencia técnica de los laboratorios, evitándose así invertir recursos en la realización de actividades de evaluación, con la seguridad de utilizar servicios fiables.
+ Prestigio y excelencia Para el laboratorio, la acreditación supone un reconocimiento formal y público de su competencia técnica y una dimensión internacional. Por otra parte, tanto los requisitos establecidos por la norma como el propio proceso de acreditación favorecen la implantación y mantenimiento de los sistemas de mejora continua del laboratorio.
+ Desarrollo de los profesionales Los procesos de cualificación, evaluación y formación continua llevados a cabo en el seno de la norma ISO 15189 para garantizar las competencias del personal suponen un aumento de la seguridad de los profesionales y de su compromiso con el cumplimiento de los requisitos de los clientes (médicos y pacientes) y de la organización.
+ Reconocimiento internacional En los países de nuestro entorno la acreditación es reconocida como la principal herramienta para garantizar la fiabilidad de los resultados de los laboratorios y medios diagnósticos proporcionando, automáticamente, el reconocimiento de los informes emitidos en el ámbito de los acuerdos internacionales firmados por ENAC.