La certificación de personas es una herramienta establecida para aportar confianza al mercado, las autoridades o los empleadores sobre la competencia de determinadas personas para ejecutar ciertas actividades. La confianza en los respectivos esquemas de certificación de personas se logra por medio de un proceso, aceptado globalmente, de evaluación y reevaluaciones periódicas de la competencia de las personas certificadas descrito en la norma internacional UNE EN-ISO 17024.
El desarrollo de esquemas de certificación de personas, en respuesta a la cada vez mayor velocidad de innovación tecnológica y creciente especialización del personal, puede contrarrestar las diferencias de educación y formación y, por lo tanto, facilitar el mercado de trabajo global. Es también una herramienta que dota a los mercados de servicios profesionales de una información más transparente y simétrica permitiendo de este modo a los clientes de estos profesionales una elección más informada y basada en la competencia aumentando la transparencia y competitividad de estos mercados.
Finalmente es una eficaz herramienta de autoregulación de profesiones no reguladas que aumenta el nivel de exigencia dificultando el intrusismo y el fraude.
Confianza en todos los sectores
La certificación de personas es aplicable a cualquier categoría profesional, así, se certifican actividades tan diferenciadas como soldadores, auditores en diferentes áreas, instaladores y mantenedores de instalaciones industriales, verificadores de instalaciones eléctricas, directores de proyectos, delegados de protección de datos, prefesionales de atención al cliente, etc.